Después de ver el primer capítulo de la serie “Made in México”, me convenzo más que Netflix está comenzando a desesperar y en afán de expandir su mercado, le abre sin miedo a nada la puerta a la tele basura. El primer “reality show” de Netflix, retrata qué pasa en la vida de la gente que está en un círculo social de “primer nivel” es un experimento de entretenimiento que le falla a todos, a su audiencia y sobre todo a la credibilidad de Netflix.
