La celebración de las fiestas patrias en el país se ha convertido en una de las fechas más importantes del año para los grupos y no por su fervor patriota, sino porque representa una entrada de billetes extra por su trabajo.
Las alcaldías o municipios son los lugares que dejan más lana a los famosos en estas fiestas, pues pagan —la mayoría de las veces— en efectivo, sin comprobación y hasta tres veces más de su valor habitual, justificando que es una noche especial. Como no hay regulación, terminan ganando los promotores que tienen relación con los alcaldes o sus allegados y les va tan bien que se reparten ‘el pastel’ entre todos.
No hay rotación de proveedores y, si lo dudan, échenle un ojo a cada alcaldía y verán que no hay mucha variación.
Además del ‘negocito’ con los grandes, hay otro ‘bisne’ con los grupos nuevos que por cantar han tenido que pagar a los organizadores del evento para estar en un escenario. Si los nuevos ‘políticos’ traen tantas ganas de transformar, ojalá que regulen estas ‘minas de oro’.